Congreso de Perú destituye a Dina Boluarte por “incapacidad moral”: José Jerí asume la Presidencia
En un giro drástico dentro de la ya frágil política peruana, el Congreso de la República aprobó este viernes la vacancia presidencial de Dina Boluarte por “permanente incapacidad moral”, con una abrumadora mayoría de 124 votos a favor y ninguno en contra. La decisión marca el abrupto fin del mandato de la primera mujer en asumir la jefatura del Estado en la historia del país.
Tras la votación, el titular del Congreso, José Jerí, asumió inmediatamente la Presidencia de la República, en cumplimiento del orden constitucional. Su llegada al poder se produce en medio de una profunda crisis política, institucional y social que vuelve a sacudir al país andino, caracterizado por la inestabilidad en el más alto nivel del Ejecutivo.
¿Por qué fue destituida Dina Boluarte?
La moción de vacancia fue presentada por diversos bloques parlamentarios tras varios escándalos que involucraban a Boluarte, entre ellos la presunta recepción de regalos no declarados y acusaciones de abuso de poder. Los congresistas argumentaron que la mandataria había incurrido en conductas incompatibles con la ética pública y la dignidad del cargo.
El concepto de “incapacidad moral permanente”, aunque polémico por su ambigüedad jurídica, ha sido utilizado en el pasado como base legal para destituir a varios presidentes peruanos.
Una nueva transición en medio de la incertidumbre
La salida de Boluarte se suma a la extensa lista de cambios presidenciales que ha vivido Perú en la última década. Desde 2016, ningún presidente ha logrado terminar su mandato completo, lo que evidencia una profunda crisis de gobernabilidad, marcada por enfrentamientos entre el Congreso y el Ejecutivo, investigaciones por corrupción y desconfianza ciudadana hacia las instituciones.
José Jerí, quien asume el mando como presidente interino, enfrenta el reto inmediato de convocar nuevas elecciones o garantizar una transición estable, en medio de movilizaciones sociales, polarización política y una economía que muestra signos de desaceleración.
Reacciones dentro y fuera del país
El escenario político ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores saludan la decisión del Congreso como una medida necesaria para preservar la institucionalidad, otros denuncian un uso reiterado y politizado de la vacancia presidencial, que podría agudizar aún más la crisis democrática del país.
En el ámbito internacional, diversos gobiernos y organismos multilaterales han comenzado a pronunciarse, llamando al respeto del orden constitucional y al mantenimiento de la paz social en Perú.
¿Qué sigue ahora?
El nuevo presidente interino deberá definir en los próximos días si se mantiene en el cargo hasta completar el actual periodo presidencial (hasta 2026) o si convoca elecciones anticipadas, como piden numerosos sectores de la sociedad civil y movimientos sociales que se han manifestado en las calles.
La inestabilidad en la Presidencia, sumada a una creciente desafección ciudadana con la clase política, plantea serios desafíos para el futuro democrático de Perú.
